Despido por faltas injustificadas en México
¿Qué es una falta injustificada en el trabajo?
En el contexto laboral, una falta injustificada es una ausencia del trabajador a sus labores sin un motivo válido, sin permiso del patrón y sin presentar ninguna justificación aceptable. Esto la distingue de las faltas justificadas, que son ausencias respaldadas por una causa legítima o por la autorización previa del empleador. Por ejemplo, son faltas justificadas situaciones como una enfermedad comprobada con certificado médico, una emergencia médica o familiar demostrable, un permiso especial otorgado por el patrón (incluso si es sin goce de sueldo o usando vacaciones), el cumplimiento de un deber legal (como una citación judicial o servicio militar), la licencia de maternidad o paternidad, o el fallecimiento de un familiar cercano (avisando y presentando pruebas). En todos esos casos, el trabajador informó o comprobó la razón de su ausencia, por lo que no debería haber sanción ni descuento indebido de salario.
Por el contrario, se consideran faltas injustificadas aquellas ausencias en las que no existe una causa válida ni permiso. Algunos ejemplos claros son:
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No presentarse al trabajo sin previo aviso ni explicación.
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Faltar por motivos personales sin autorización (por ejemplo, tomarse un día libre por cuenta propia sin aprobación).
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Ausentarse reiteradamente alegando excusas informales o sin documentos de respaldo, como decir que “me sentía mal” pero sin presentar justificante médico, o tener un contratiempo y no avisar oportunamente.
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Negarse a trabajar un día que le correspondía laborar, sin acuerdo ni justificación legítima.
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Abandonar el trabajo por varios días seguidos sin comunicación (lo cual generalmente se interpreta como faltas injustificadas consecutivas).
En pocas palabras, la falta injustificada ocurre cuando el trabajador no acude a sus labores sin permiso ni causa razonable. Estas ausencias sí constituyen incumplimientos graves y pueden generar sanciones disciplinarias e incluso un despido por causa justificada. Las empresas suelen llevar un registro de asistencias, de modo que cada falta injustificada queda anotada en el expediente laboral del empleado.
¿Cuántas faltas injustificadas ameritan un despido?
La Ley Federal del Trabajo (LFT) establece de forma explícita cuántas ausencias injustificadas pueden dar lugar a un despido justificado. De acuerdo con el Artículo 47 fracción X de la LFT, tener más de tres faltas de asistencia en un período de 30 días, sin permiso del patrón o sin causa justificada, es causal legal de rescisión de la relación de trabajo sin responsabilidad para el patrón. En otras palabras, si un trabajador acumula cuatro o más faltas injustificadas en un lapso de 30 días, el empleador estaría en derecho de despedirlo por esa causa.
Algunos puntos clave sobre este umbral de faltas injustificadas según la ley son:
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Tres faltas o menos en 30 días: Con una o dos ausencias injustificadas aisladas, e incluso con tres faltas, no se cumple todavía la causal legal. Tres faltas en un mes se considera un caso límite (pues la ley dice “más de tres”). Despedir de inmediato con solo una o dos faltas injustificadas sería difícil de justificar legalmente.
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Cuatro faltas o más en 30 días: Al incurrir en la cuarta falta injustificada dentro del mismo período de 30 días calendario, se activa la causal de despido prevista en la ley. A partir de esa cuarta inasistencia sin justificar, el patrón puede invocar legalmente la rescisión del contrato por faltas.
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No cuentan las faltas justificadas o con permiso: Es importante aclarar que solo se contabilizan las ausencias injustificadas para este cómputo. Si dentro de esos 30 días hubo faltas pero algunas fueron justificadas o autorizadas, éstas no se suman. Por ejemplo, si en un mes faltaste 5 días pero 2 fueron con permiso o por causas justificadas, legalmente serían 3 faltas injustificadas (lo cual no rebasa el umbral); en cambio, si las 4 o 5 ausencias fueron sin justificación, entonces sí se configura la causal de despido.
Cabe mencionar que otras situaciones relacionadas con ausencias también pueden encuadrarse en esta causal. Por ejemplo, el abandono de empleo, que es dejar de presentarse varios días seguidos dando a entender que ya no regresarás, suele interpretarse como una serie de faltas injustificadas consecutivas y es motivo de despido. También la impuntualidad crónica (acumular reiterados retardos que la empresa equipare a faltas completas según su reglamento interno) podría justificar un despido, aunque la ley no lo señala explícitamente. En todo caso, para aplicar un despido por inasistencias, debe cumplirse estrictamente lo que marca la ley en cuanto al número de faltas y seguir el procedimiento adecuado.
Procedimiento legal para el despido por faltas injustificadas
No basta con que el trabajador haya acumulado las faltas injustificadas; el patrón debe apegarse a un procedimiento legal al efectuar el despido por esta causa. La propia Ley Federal del Trabajo impone formalidades que protegen los derechos del trabajador aun cuando exista una causal de rescisión. Los pasos y requisitos principales que el empleador debe seguir son:
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Aviso de rescisión por escrito: El patrón que decide despedir a un trabajador por faltas injustificadas debe entregarle un aviso escrito de rescisión en el momento del despido, indicando de forma clara la conducta que motivó la rescisión (en este caso, las faltas de asistencia injustificadas) y especificando las fechas en que ocurrieron dichas faltas. Esta carta o aviso de despido es obligatoria. Si por alguna razón no se puede entregar personalmente al trabajador en ese momento (por ejemplo, si el trabajador dejó de presentarse y no está disponible), el patrón debe comunicar el aviso al tribunal laboral competente dentro de los 5 días hábiles siguientes, proporcionando la última dirección conocida del trabajador para que la autoridad se lo notifique. Cumplir con este aviso de rescisión por escrito es fundamental: si el empleador no lo entrega ni lo hace del conocimiento de la autoridad, el despido podría considerarse inválido o injustificado, incluso si en el fondo había una causa legítima. La falta de esta formalidad legal “vuelve ilegal el despido”, debido a que se vulnera el derecho del trabajador a ser notificado de la causa de la terminación.
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Evidencia de las faltas: Además, el patrón debe ser capaz de probar las ausencias injustificadas que alega. Es decir, debe contar con evidencia como registros de asistencia, reportes de incidencias, controles de horario, etc., que demuestren que el trabajador realmente faltó esos días sin justificación. En caso de disputa legal, la carga de la prueba recae en el patrón para acreditar que hubo razón de despido y que se notificó correctamente. Por eso es un error que el empleador despida por faltas sin tener documentación o testigos que avalen dichas ausencias.
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Plazo para ejercer la rescisión: La ley también señala que la facultad del patrón para rescindir el contrato por una causa justificada no es indefinida. En particular, las acciones del patrón para despedir prescriben en un mes contado desde que tuvo conocimiento de la causa. Esto significa que el empleador debe actuar con prontitud; si deja pasar más de 30 días desde la última falta o desde que se enteró de las inasistencias injustificadas, pierde el derecho legal de despedir invocando esa causa. En la práctica, demorar demasiado en aplicar el despido podría interpretarse como que el patrón toleró o perdonó las faltas. Por ello, es recomendable que el despido por faltas se haga dentro del periodo cercano a la acumulación de ausencias que lo motivan.
En resumen, para que un despido por faltas injustificadas sea legal y válido, se requieren dos cosas: que efectivamente el trabajador haya incurrido en más de tres faltas injustificadas en 30 días, y que el patrón haya seguido el proceso correcto (aviso escrito y prueba de las faltas dentro de los plazos establecidos). Si el despido se realiza por faltas aisladas o sin cumplir con estas formalidades, podría no tener validez legal y tratarse entonces de un despido injustificado.
Derechos y opciones del trabajador despedido por faltas injustificadas
Desde la perspectiva del trabajador, ser despedido por acumular faltas injustificadas puede dejarlo en una situación vulnerable. Sin embargo, la Ley Federal del Trabajo prevé sus derechos tanto en caso de un despido justificado como si el despido resulta ser injustificado. A continuación, se explica qué puede hacer el trabajador y qué prestaciones le corresponden en cada escenario.
Si el despido fue justificado por faltas (es decir, si efectivamente hubo >3 faltas injustificadas en 30 días y el patrón cumplió el procedimiento legal), entonces el empleador no está obligado a pagar la indemnización por despido injustificado. Al ser una rescisión con causa, no hay derecho a la llamada “liquidación” de 3 meses, ni a los 20 días por año de servicio (estos pagos aplican solo en despidos injustificados o ciertos casos especiales). No obstante, incluso en un despido justificado, el trabajador tiene derecho a recibir su finiquito. El finiquito comprende todas las prestaciones laborales generadas y no pagadas hasta la fecha del despido, tales como:
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Salario de los días trabajados y no pagados hasta la fecha de terminación.
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Parte proporcional del aguinaldo correspondiente al año en curso.
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Parte proporcional de las vacaciones no gozadas, más la prima vacacional sobre esos días pendientes.
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Prima de antigüedad, en caso de que proceda (por ley, si el trabajador tenía 15 o más años de antigüedad, se le paga esta prima equivalente a 12 días de salario por cada año trabajado; en algunos casos de despido también se paga aun con menor antigüedad).
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Cualesquiera otras prestaciones vigentes pactadas en el contrato o en las políticas de la empresa, por ejemplo bonos, comisiones devengadas, fondo de ahorro, pago de utilidades pendientes (PTU), etc.
El finiquito es un derecho del trabajador y debe ser pagado aun cuando el despido sea por una causa justificada. Generalmente se entrega al momento del despido o se acuerda entregarlo ante la autoridad conciliadora.
Si el despido por faltas es injustificado, es decir, si el patrón despidió sin que se cumpliera realmente la causal o sin observar el procedimiento (por ejemplo, el trabajador tenía menos de 4 faltas injustificadas, o sí había justificado sus ausencias, o no se le entregó el aviso de rescisión), entonces la ley considera que el patrón incurre en responsabilidad y el trabajador tiene varias opciones y derechos adicionales:
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Reinstalación o indemnización constitucional: El trabajador despedido injustificadamente puede demandar su reinstalación en el puesto que desempeñaba o, a su elección, solicitar una indemnización. La indemnización constitucional por despido injustificado equivale a tres meses de salario integrado. En la mayoría de los casos el trabajador elige cuál remedio quiere (reingresar al trabajo o recibir los 3 meses de pago como compensación). Nota: Si el trabajador fuera de confianza o se da alguna causal del artículo 49 de la LFT, el patrón podría negarse a reinstalar y optaría por pagar la indemnización y, en su caso, 20 días por año de servicio, pero en términos generales la elección es del trabajador.
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Salarios caídos: Adicionalmente, el trabajador tiene derecho al pago de los salarios vencidos (salarios caídos) generados desde la fecha del despido injustificado y hasta por un máximo de 12 meses. La LFT fue reformada para limitar la acumulación indefinida de salarios caídos; actualmente se topan a 12 meses como máximo. Si el juicio laboral se prolonga más allá de un año sin resolución, a partir del mes 13 en lugar de seguir acumulando salario completo, se generan intereses sobre el monto equivalente a 15 meses de salario (al 2% mensual capitalizable) hasta que se paga la indemnización. En resumen, el trabajador deberá recibir hasta un año de salarios caídos, y si el proceso tarda más, obtendría intereses conforme a la ley.
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Prestaciones acumuladas y prima de antigüedad: Independientemente de la justificación, al ser despedido el trabajador debe recibir todas las prestaciones proporcionales pendientes que mencionamos (aguinaldo, vacaciones y prima vacacional, utilidades si corresponden, etc.). En caso de despido injustificado, además tiene derecho a la prima de antigüedad (12 días de salario por año) aunque tenga menos de 15 años de servicio, ya que la ley la contempla como parte de la indemnización mínima en despidos injustos. Es decir, la prima de antigüedad se paga en todos los casos de despido injustificado; y si el trabajador tenía 15 o más años, se paga tanto en despido justificado como injustificado.
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Acciones legales y plazo para reclamar: Frente a un despido que considera injusto, el trabajador puede acudir a la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (Profedet) o a un abogado laboralista para recibir orientación y representación. Actualmente, antes de ir a juicio, es obligatorio agotar una instancia de conciliación: el trabajador puede presentar una solicitud ante el Centro de Conciliación Laboral (federal o estatal, según corresponda) para intentar llegar a un acuerdo con el patrón. Si no se logra conciliar, entonces puede presentar una demanda laboral ante el Tribunal Laboral competente. El plazo para ejercer la acción legal por despido injustificado es de 2 meses a partir de la fecha del despido(o desde que recibe el aviso de rescisión, si este se entregó posteriormente vía tribunal). Si deja pasar más de dos meses sin demandar, pierde el derecho a reclamar la reinstalación o indemnización por la vía legal, ya que la acción caduca. Por eso es importante actuar oportunamente. Durante el proceso, el trabajador deberá probar, por ejemplo, su relación laboral y narrar las circunstancias del despido, pero corresponde al patrón demostrar que hubo una causa justificada y que se siguió el procedimiento correctamente.
En síntesis, la LFT protege al trabajador otorgándole estas reivindicaciones cuando el despido es injustificado, de modo que no quede indefenso ante un despido arbitrario. Si fuiste despedido por supuestas faltas injustificadas, conviene analizar tu caso: verificar si en verdad incumpliste con la causal (número de faltas) y si tu ausencia no estaba justificada, así como si tu patrón cumplió con entregarte el aviso escrito y respetar tus derechos. Si detectas irregularidades, estás en tu derecho de impugnar el despido y exigir las compensaciones de ley.
El despido por faltas injustificadas en México es una figura legal contemplada en la LFT para sancionar el ausentismo grave, pero su aplicación exige un estricto apego a la ley. El trabajador tiene derecho a saber claramente la causa de su despido y a que se respeten sus garantías procesales y económicas. Por su parte, el patrón debe asegurarse de que la causal aplique (más de tres faltas sin justificar en 30 días) y de seguir el procedimiento adecuado (aviso escrito inmediato, documentación de las faltas y respeto a los plazos). Un despido mal llevado puede terminar costándole al empleador en pagos e indemnizaciones, mientras que un trabajador informado podrá defender sus derechos si fue separado injustamente. En todos los casos, conocer la Ley Federal del Trabajo y actuar conforme a ella es la mejor herramienta tanto para trabajadores como para empleadores al enfrentar un caso de despido por faltas injustificadas.